En nuestra vida agitada, es bueno regresar cada noche a un refugio relajante, donde podamos descansar con total serenidad después de un día estresante.
Al aplicar algunos principios clave del feng shui, elegir los muebles y elementos decorativos con sabiduría y apostar por colores suaves, es posible crear un interior zen y acogedor, que refleje el equilibrio y la armonía tan preciados para nuestro bienestar.
Refina tu interior para una atmósfera Zen
En una casa, acumulamos objetos y accesorios que rápidamente llenan nuestro espacio vital. ¡En estas condiciones, es difícil sentir serenidad!
El primer paso para crear un interior Zen es deshacerse de todo lo que esté roto, dañado o irreparable; el segundo, eliminar todo lo que existe en duplicado, triplicado o más. Luego, es recomendable hacerte algunas preguntas frente a cada objeto que ocupa espacio en tu habitación o salón: ¿cuántas veces lo he utilizado en un año? ¿Este objeto me hace sentir bien? ¿Realmente lo amo?
El objetivo es crear un vacío para mantener solo lo esencial o lo que realmente nos hace felices. En un interior tan refinado, inmediatamente se respira mejor y nos relajamos más.
Aplica los principios principales del feng shui
El arte ancestral chino, Feng Shui, nos ayuda a hacer que la energía positiva fluya libremente en nuestras habitaciones y así mejorar nuestra calidad de vida.
Para ello, la disposición del interior debe estar diseñada para no impedir el flujo de energía vital.
La colocación de los muebles es importante: por ejemplo, en el dormitorio, se recomienda apoyar la cabecera de la cama contra una pared, pero dejar libre el acceso a ambos lados de la cama y un espacio completamente vacío debajo. En el salón, se aconseja apoyar el sofá contra una pared, o no dejar un espacio vacío detrás de él. La disposición de los muebles también debe permitir una fácil circulación en la habitación, sin obstruir el paso entre la puerta principal y la ventana.
En el arte del feng shui, la elección de los materiales también es importante. La idea es crear una verdadera armonía entre los cinco elementos de la medicina china: tierra, agua, fuego, madera y metal.
Siempre que sea posible, incorpora estos cinco elementos en tu hogar. Si no tienes estufa o chimenea, el fuego puede estar representado por velas. La tierra será simbolizada por cerámicas o terracotas. El agua puede estar presente en forma de una pequeña fuente, o simplemente agua clara en un florero de vidrio transparente...
Enfócate en colores relajantes
En una decoración del hogar Zen, los colores son de suma importancia. En general, opta por colores suaves o calmantes.
Los colores claros dominarán, especialmente en las paredes: tonos blanco roto, lino, gris claro o beige provocan una sensación de calma. Para una atmósfera más cálida, también se pueden usar tonos de rosa pálido o amarillo muy suave.
Con pequeños toques, los colores que evocan la naturaleza pueden introducirse en la decoración: diferentes tonos de verde, marrón cálido, colores ocre o terracota... En cuanto al azul, el color relajante por excelencia, se puede utilizar en todas sus tonalidades: un azul oscuro profundo utilizado en una sola pared, especialmente detrás de una cama o un sofá, puede romper el exceso de uniformidad sin restar serenidad a tu dormitorio o salón.
Adopta una decoración natural y zen
La elección de muebles, objetos decorativos, materiales, fuentes de luz e incluso plantas ayuda a crear una atmósfera Zen.
Elige materiales naturales
Los materiales naturales son aquellos que inducen más serenidad, acercándonos a la naturaleza. Para ello, usa ampliamente materiales como la madera, el bambú, el ratán, el mimbre, la hierba marina, sin olvidar telas de lino, lana o algodón.
En el suelo, elige parquet, madera o bambú o calienta las baldosas con alfombras de lana. Los muebles preferiblemente serán de madera, bambú, ratán, limitando los materiales sintéticos. Para una decoración zen en el salón, finalmente opta por hermosas cortinas de lino, cojines gruesos de algodón, mantas de lana auténtica...
Muebles simples y acogedores
Para crear una atmósfera serena en tu hogar, evita muebles demasiado imponentes o con decoración recargada. Un mueble Zen es básicamente un mueble con líneas simples, a menudo horizontales, preferiblemente de madera clara.
En cuanto a los sofás y sillones, opta por asientos generosos y cómodos, propicios para la relajación.
Algunos objetos decorativos bien elegidos
Una decoración Zen se basa en objetos en pequeñas cantidades, pero bien seleccionados. Conformarte con poco, pero con objetos que tengan significado para ti o que te brinden bienestar. Nuevamente, la madera, la piedra, la cerámica, el mimbre y otros materiales naturales son preferidos. Aporta suavidad con cojines, mantas, alfombras y cortinas, en colores que combinen con la habitación.
Para crear un rincón zen y relajado en una habitación (entrada, salón, etc.), considera colocar una pequeña fuente con un murmullo calmante o incluso un jardín zen en miniatura, con arena rastrillada y algunas piedras.
Fuentes de luz bien diseñadas
Durante el día, deja que entre la mayor cantidad de luz posible en tu hogar: pinta las paredes de un color claro, evita bloquear las ventanas con muebles y deja las cortinas abiertas.
Por la noche, cierra las cortinas y evita cualquier luz agresiva. Prefiere lámparas de pie con iluminación ajustable y multiplica las fuentes de luz para obtener una luz suave o indirecta: apliques de pared, lámparas colgantes de ratán, lámparas Zen hechas de papel de arroz japonés, lámparas de lectura... Evidentemente, opta por bombillas LED, que no solo son eficientes energéticamente, sino que también difunden una luz menos intensa.
Finalmente, no olvides tener algunas velas, con una luz tan relajante como cálida.
¿Qué plantas para un interior zen?
Las plantas son parte integral de la decoración Zen, pero ¿cuáles debes elegir? En un interior de estilo japonés, puedes optar por un bonsái o por bambú de interior.
Las plantas verdes también son una buena opción. Hay muchas, algunas muy clásicas, como el ficus o el dieffenbachia, otras menos conocidas, como el helecho de Boston o el spathiphyllum.
Cualquiera que sea la planta elegida, la condición expresa es que las cuides para que estén resplandecientes de salud. ¿Quieres saber más? Descubre nuestros consejos sobre el mantenimiento de plantas de interior.
De la misma manera, si te gustan los ramos de flores frescas, cambia el agua de los jarrones regularmente y desecha las flores tan pronto como se marchiten.
De esta manera, las plantas traerán vida, frescura y alegría a tu interior.
